Una vez más, y como es costumbre, Elon Musk ha levantado polémica. Y es que después de haberse convertido en el principal accionista de Twitter, el magnate ha decidido dar un paso más y hacer una oferta por 43 0000 millones de dólares para comprar la compañía.
Aunque la idea inicial era que Musk formara parte de la mesa directiva de Twtitter, él decidió no hacerlo. La noticia se dio a conocer gracias a un mail interno (que eventualmente se hizo público), donde el actual CEO de la compañía comunicó el desenlace.
Por supuesto, el giro de tuerca tomó a todo el mundo por sorpresa, y alimentó los rumores de una oferta pública hostil (OPA), cosa que se confirmó con la oferta. El asunto es que, como parte de la mesa directiva, ningún accionista puede tener más del 14.9 % de acciones. Y sin más rodeos, esta cláusula limita la participación del empresario sudafricano, quien ha dejado claras sus intenciones de asumir el liderazgo. Así, fuera de la mesa directiva, Musk tiene la posibilidad de comprar las acciones de Twitter que desee (e influenciar para que se hagan cambios administrativos o en la red social).
¿Elon Musk comprará Twitter?
Al menos esa es su intención. La oferta de compra suma 54, 20 dólares por acción, un 54 % más alta que su valor hasta el primero de abril. Oficialmente, la oferta fue entregada el 13 de abril.
Sin embargo, no todo es tan sencillo. La oferta contiene el número 420 (relacionado con el consumo de cannabis). Y aunque puede parecer un mero chiste, este tipo de ofertas ya antes han causado problemas legales a Musk.
Por otro lado, la red social no se dejará comprar tan fácilmente. Como respuesta a la oferta de Elon Musk, Twitter adoptó una medida conocida como “píldora de emergencia”.
En pocas palabras, la medida establece que cualquier interesado en comprar más del 15 % de acciones deberá recibir la aprobación previa. De esta forma, se reduce la probabilidad de que alguna entidad tome el control a través de acumulación en el mercado. Sin embargo, lo anterior no significa que Twitter rechace rotundamente la adquisición.
¿Por qué Elon Musk está tan interesado en Twitter?
A estas alturas, las razones pueden parecer difusas. Si bien ha dicho que su interés está en optimizar las funciones de Twitter, se puede entrever que el motivo principal es relajar las normas de moderación dentro de la red social. Según sus propias palabras, el propietario de Tesla se considera un “defensor absoluto” de la libertad de expresión, lo que le ha llevado a lanzar diferentes críticas a través de sus cuentas.
Por supuesto, el debate es mucho más complejo que eso. Y aunque la discusión sobre el papel de las redes sociales y plataformas en la vida política de los países no parece apelar a Elon Musk, lo cierto es que la falta real de liquidez supone el mayor obstáculo para la compra de Twitter.
Para poder realizar su oferta, tendrá que disponer cuando menos de 15 000 millones de dólares. Sin embargo, la mayor parte de su riqueza se concentra en Tesla, por lo que se presentan dos opciones: buscar ayuda externa (como un préstamo) o vender parte de sus acciones. Por lo pronto, aseguró ya contar con la fluidez necesaria. En todo caso, según comenta Musk, existe un plan B. Solo queda esperar.