El fin de año está casi a la vuelta. Y, para muchos, el mes de enero significa borrón y cuenta nueva, al menos en lo que respecta a proyectos, planes y deseos personales. Aunque no podemos olvidar que el desenlace de las fiestas decembrinas es una de las temporadas más complicadas para el bolsillo de los mexicanos. Así es, nos referimos a la cuesta de enero.
Y es que, mientras las finanzas familiares se ajustan tras recibir y repartir en gastos el aguinaldo de diciembre, en enero, los productores ajustan los precios de acuerdo a la inflación anual. Este no es un escenario nuevo para nadie. Sin embargo, hay que destacar que de acuerdo al INEGI, la inflación interanual al cierre de la primera quincena de diciembre alcanzó el 7.45 %. Un panorama poco favorable para el inicio de 2022. Y aunque junio, y los meses siguientes, ofrecen un panorama prometedor, remontar la cuesta al inicio de año puede ser todo un dilema para algunos. Por suerte, es un fenómeno que podemos paliar.
Por eso, Llévelo Perfilado te trae cuatro recomendaciones para superar la cuesta de enero
Crea un presupuesto
¿Sabes en qué gastas tu dinero? Saberlo puede ser tan fácil como crear un análisis de ingresos y egresos. Aunque eso no lo es todo. Saber cuánto ganas y cuánto gastas es solo la superficie, la idea es tener claro cómo dispones tu dinero y cómo lo utilizas para lograr tus objetivos. Determina cuánto dinero necesitas para cubrir tus gastos fijos. En caso de no estar seguro sobre la manera en gastas tu dinero, dale seguimiento durante 30 días. Para esto, toma en cuanto tus impuestos, gastos y cuánto podrías ahorrar, si es que no lo estás haciendo.
Una vez realizado tu presupuesto, apégate a él. Esto es crucial. Recuerda que la salud financiera consiste en tomar buenas decisiones. No intentes vivir fuera del alcance de tus ingresos. Si notas que de hecho te estás excediendo, reduce gastos innecesarios.
Administra tus deudas
Nada como empezar el año sin deudas, aunque para ello hay que liquidarlas. Tener claras tus deudas es elemental para planificar los gastos que tendrás al inicio y a lo largo del año. Pero, sobre todo, para decidir si en verdad necesitas adquirir una deuda nueva.
Comienza por deshacerte de tus deudas más caras. Recuerda que mientras mayor sea el monto en cuestión, mayores son los intereses. Así que si las mantienes, lo más probable será que no puedas realizar acciones a futuro, ya que arrastras problemas antiguos.
Y esto mismo aplica cuando se trata de créditos. Antes de adquirir valora sus ventajas y desventajas. Es cierto que esta opción de compra puede ser una herramienta bastante útil, sin embargo, lo mejor es evitarla hasta que tu situación se regule. Por otra parte, si ya has acumulado algunas deudas, muy seguramente estas te restarán buena parte de tu ingreso. En caso de ser así, quizá debas pensar en consolidar tus deudas, con el fin de hacerlas más digeribles.
Busca crecer tu patrimonio
Ya lo hemos dicho antes: ahorrar y planificar no es suficiente para proteger tus finanzas. Lo mejor siempre es hacer crecer tu patrimonio. Busca otras formas de generar ingresos y diversificar tu dinero. Ya sea un negocio secundario o invirtiendo, es importante pensar y crear opciones que te permitan crecer y no solo salir de problemas.
Planea para el futuro
Planear el inicio de año, ya es por sí mismo un paso fuera de la cuesta de enero. Aunque, por si no queda claro, no es algo que debas hacer solamente una vez al año. En realidad, lo mejor siempre es diseñar un plan que te dé la oportunidad de mantener tu salud financiera a largo plazo. Sabemos que no es fácil. Por eso, te recomendamos comer por objetivos pequeños, específicos y realistas. Poco a poco, siguiendo un plan, podrás enfrentarte a nuevos retos, con mucha más información. Documenta cada una de tus decisiones. Ten en mente que el futuro comienza con las acciones del presente.
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